martes, 9 de julio de 2013

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Un día en CaixaBank "La Caixa" contado por un trabajador. Esto puede cambiarse y lo conseguiremos por el beneficio de los Empleados y de la propia CaixaBank

Lo relatado a continuación no es ficción es la descripción de la situación que sufrimos los empleados en CaixaBank un día cualquiera, este post es una aportación de nuestro compañero Manu DF en nuestro grupo de facebook, por supuesto con su autorización.

Hoy me han demostrado que la conciliación de la vida laboral y personal solo existe en las buenas intenciones de aquellos que luchan por ello. La empresa es una máquina de devorar vida, la vida de aquellos que trabajan día a día para que la empresa funcione, de aquellos que dejan multitud de horas para rentabilizarla, de aquellos que sacrifican la mayor parte de su vida personal en beneficio de la empresa, en fin, de todos aquellos que consiguen con su esfuerzo, unos beneficios asombrosos y a veces vergonzantes, que los directivos de las empresas se encargan de hacerlos públicos sin ponerse colorados. Lo que me saca de mis casillas, son las frases típicas de directivos con escasa preparación, y nula humanidad, frases dirigidas a sus compañeros, a veces tan directamente, que duele, y que a todas luces son indignas, frases como: " ya no eres rentable para la empresa", " consideramos que no tienes el perfil adecuado para los tiempos que corren "," podías dar mucho más", " te falta actitud", y así podía seguir. 
Despidos sin contar con la vida personal del empleado, comentarios despectivos, ordenes altisonantes, gritos, e incluso insultos a nivel personal. Esto que puede parecer extraterrestre, pasa en prácticamente todas las empresas del mundo, sobretodo en aquellas muy jerarquizadas, y en donde todos, hasta el director general son empleados de la empresa, como la mía.
Dicen que estamos en crisis, debe ser verdad, porque todo el mundo en mi empresa, y cuando digo todo el mundo, me refiero a aquellos que supuestamente nos dirigen, tratan de salvar su "culo", olvidándose de algo que para mi es fundamental, que es en estos momentos duros cuando tienen que demostrar que están ahí por méritos propios, que saben actuar en época de crisis, que dominan la situación, y que defienden a capa y espada a sus subordinados, pero no, ellos, se sacuden las responsabilidades con una rapidez inusitada, y las ostias van cayendo en el escalafón hasta llegar al último de los empleados.
Yo que soy un fiel defensor de que una estructura de organización debe estar diseñada de manera que sea perfectamente claro para todos quien debe realizar determinada tarea y quien es responsable por sus resultados, de esta forma se elimina de un plumazo la asignación de responsabilidades y se logra un sistema de comunicación y de toma de decisiones que refleja y promueve los objetivos de la empresa. Es decir, cada uno tiene la responsabilidad que tiene y nada más, y cada uno es responsable de sus actos, y no hay lugar a echarle la culpa al de más abajo. Pero no, eso en mi empresa no existe, los directivos son como el Papa, infalibles, y los subordinados unos descerebrados que hacen todo muy mal. Uno, que ya va siendo veterano en esto, ya he pasado por unas cuantas crisis, y algún que otro ERE, se que más tarde o más temprano esta situación se solucionará, y entonces, aquellos que hoy braman contra los empleados y desvían las responsabilidades para otro lado, serán los que se pongan a la cabeza del éxito, y se atribuirán los logros conseguidos por el esfuerzo de todos nosotros.
Quiero acabar este escrito, con una frase que la recordaré toda mi vida, dicha por un hombre sabio, por un hombre que fue, es y será mi referente toda mi vida, por un hombre que jamás huyó de las responsabilidades, sino que las asumía como algo implícito en su trabajo, en definitiva, por un hombre bueno:
"Se siempre condescendiente con tus subordinados y muy exigente con tus superiores, así tendrás el CARIÑO de los primeros y el respeto de los otros". Pero esto en mi empresa no existe, más bien todo lo contrario. Pensamientos como este, solo lo pueden tener personas que siempre anteponen los derechos de los demás a los suyos, personas que no huyen de sus responsabilidades, personas que defienden siempre a sus subordinados, personas que cuando las cosas van bien se esconden, pero cuando van mal se ponen al frente del problema, pero claro, personas así, son ciencia ficción en esta empresa. 
 Escribo esto, porque hoy, he sufrido, una vez más, y en los últimos años, ya son incontables las veces, el desprecio de quien supuestamente me dirige, y que a la vez es tremendamente dócil con quienes lo dirigen a el. Debe ser ley de vida, puta ley de vida diría yo. La verdad, yo me siento más cómodo con aquellos, que nos rebelamos ante los desmanes y las injusticias, que con aquellos que por ascender en el escalafón, pisan con todo lo que se les ponga por delante, es decir, unos auténticos comepollas, y perdón por la expresión, pero no encuentro una palabra mejor para definirlo. MI situación laboral se puede definir, de involución total y alarmante, Director, Gestor, Caja única, lo próximo será fregar las oficinas, lo que por supuesto haré con toda la dignidad del mundo. 
Solo espero que los días venideros,sean mejores que el día de hoy. Apertas desde mi tierra gallega, y mi solidaridad con aquellos que sufren los puñeteros traslados, auténticos atentados contra la conciliación de nuestra vida laboral y familiar.
[Gracias por tus palabras Manu DF. Ánimo compañero cada abuso denunciado les hace más débiles, su fragilidad es afrontar la realidad ante todos]
 

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